ÉTICA Y SOSTENIBILDAD EMPRESARIAL

La ética empresarial es la base para organizaciones interesadas en tener o desarrollar, un plan estratégico para contribuir al desarrollo sostenible de las sociedades en las que operan y de las que, a su vez, dependen. Ética empresarial, responsabilidad social empresarial y sostenibilidad son conceptos compatibles y complementarios y, sobre todo, tienen gran relevancia para las empresas en la actualidad.

Los desafíos que enfrentan las empresas ante la incertidumbre política y económica de su entorno, así como los efectos provocados por el cambio climático, hacen impostergable la necesidad de promover la adopción de un modelo de negocio que reconozca estos desafíos y permita verlos como una oportunidad de cambio hacia un modelo más resiliente, en el que las empresas gestionen los riegos ambientales, sociales y de gobernanza para garantizar su sostenibilidad.

Si bien la adopción de un modelo de negocio sostenible no es tarea fácil, ya que implica un profundo cambio cultural y la adopción de métodos no tradicionales y poco practicados en el sector empresarial, este modelo fundamentado en la ética, la transparencia y la honestidad, garantiza no

solo la valorización de la empresa en el tiempo y el fortalecimiento de sus estructuras haciéndolas más resilientes frente a una potencial crisis, sino que les abre la oportunidad de obtener nuevas fuentes de financiamiento a través del mercado de valores donde un número importante de inversionistas institucionales centra su atención en empresas con las mejores prácticas medioambientales, sociales y de gobernanza.

Cada vez más, los diferentes grupos de interés exigen a las compañías incorporar mayores y mejores prácticas de sostenibilidad en el marco de su actividad, y las empresas que quieren ser sostenibles deben actuar éticamente. Se dice que la ética y la integridad son elementos indispensables a nivel corporativo en una organización y que sin ellos difícilmente se puede conseguir que una empresa sea sostenible, entendiendo que la sostenibilidad consiste en satisfacer las necesidades actuales de nuestra sociedad sin comprometer las necesidades de futuras generaciones.

Por ello es importante que una empresa que quiera ser sostenible sea muy cuidadosa con el tipo de cultura que priva en la organización. Para alcanzar la sostenibilidad la organización debe contar primero con una sólida ética empresarial basada en principios y valores. Esto facilitará que al integrar políticas y programas de responsabilidad social empresarial, estos sean recibidos con mayor facilidad por los colaboradores o stakeholders internos, quienes con los primeros en recibir las iniciativas empresariales y transmitirlas o comunicarlas a los stakeholders externos.

Idealmente, los directivos son quienes debieran generar una cultura con base en principios éticos. Adicionalmente, también son los líderes de una organización quienes deben estar convencidos de los beneficios de llevar a su empresa hacia prácticas más sostenibles, así como de conocer los riesgos de no tomar acciones para prevenirlos. Igualmente, importante es que el o los líderes tengan el compromiso de llevar a cabo un cambio en esta dirección.

De igual forma, se hace cada vez más importante que las empresas cuenten con un sistema de gestión apropiado en su búsqueda de talento para contratar a colaboradores cuyos valores se alineen a los de la empresa, pues esto facilitará el cumplimiento del código de ética de la empresa y la identificación del colaborador, con la misión y la visión de la empresa, lo que favorecerá su productividad. Por ello, es vital contar con políticas de contratación, una gestión de recursos humanos apropiados, un buen gobierno corporativo, pero, sobre todo, con un código de ética que establezca con sencillez y claridad cómo deben dirigirse los miembros de la organización y que este sea igualmente aplicable de manera transparente tanto a los altos directivos y como a los niveles más básicos de la empresa.

Otra práctica importante es mantener programas de inducción y programas de capacitación continua a los colaboradores, ya que la repetición de las directrices con las que se conduce una organización resultan claves para prevenir riesgos por conductas inadecuadas o no éticas.

El éxito de la implementación de un modelo sostenible basado en que la ética es lo que soporta tanto las prácticas de responsabilidad social, como los marcos de trabajo de sostenibilidad integral, recae principalmente en el reconocimiento y compromiso de la junta directiva y estructuras de gobierno corporativo de las empresas, quienes tendrán el desafío de trabajar conjunta y armónicamente, promoviendo el compromiso de todos con el presente y futuro de la empresa.

Es difícil pensar que una empresa sea sostenible si no se conduce con prácticas y principios éticos que buscan construir un mundo más justo para todos. Las empresas que logren implementar verdaderos programas de sostenibilidad, tienen mayores probabilidades de conducir operaciones más eficientes, tener un mejor desempeño financiero, mejor ambiente de trabajo y equipos de trabajo más comprometidos, que son la base para lograr la satisfacción y fidelización de los clientes.

tatiana abadia

socia

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